jueves, 14 de abril de 2011

Cáncer, ¿Una guerra perdida?







Cáncer, ¿Una guerra

perdida?


Es una guerra que no conviene ganar, por eso las empresas que tienen la hegemonia de las terapias para cronificar la enfermedad - cueste lo que cueste - presuntamente no permiten que se autoricen otras terapias, usando y presionando con su poder  "infinito"  para que las autoridades declaren fuera de la ley todas las terapias que intenten curar el cáncer.


Reportaje de El Pais (Enlace)


Ver video: La guerra contra

el cáncer




Cita:

Kevin Trudeau, en su libro ALTERNATIVAS NATURALES AL GRAN NEGOCIO DE LA SALUD, escribe: "... Quienes merecen el mayor reconocimiento son los cientos de miles de dedicados profesionales de la salud de todo el mundo que rechazan el uso de fármacos y cirugías y, sin embargo, ven habitualmente como sus pacientes se curan y siguen con sus vidas saludables. Estos profesionales de la medicina natural ven a la gente curarse de cáncer, diabetes, cardiopatías, dolores "crónicos", jaquecas, artritis, alergias, depresión y muchas mas enfermedades. La cuestión, entonces, no es más si las enfermedades pueden ser prevenidas o curadas de manera más rápida y efectiva sin el uso de fármacos y cirugía. La verdadera cuestión es: ¿Por que hay profesionales de la salud que no utilizan fármacos ni cirugía, que están siendo perseguidos como si fueran criminales por haber curado a la gente de cáncer, sida y cientos de otras enfermedades crónicas? Las terapias naturales funcionan, y pueden ser más efectivas que los fármacos y la cirugía. Las personas que aplican terapias naturales para curar y prevenir enfermedades, sin efectos adversos y con mayor éxito que los tratamientos farmacológicos o quirurgicos, son perseguidas por infringir la ley. La pregunta es ¿Por que los tratamientos económicos, totalmente naturales, inocuos y efectivos están prohibidos?.


Cita:
"...Hemos adquirido el hábito de llamar al médico por la más trivial de las enfermedades y, donde no hay médicos, se busca el consejo de simples curanderos. Vivimos con la fatal ilusión de que ninguna enfermedad puede durarse sin medicamentos. Esta creencia ha hecho más daño a la humanidad que cualquier otro mal. No cabe duda de que tenemos que curarnos las enfermedades, pero no son los medicamentos los que las curan. Y no solo son éstos sencillamente inútiles, sino que a veces son decidamente nocivos. El hecho de que un hombre enfermo tome pócimas y medicamentos es tan tonto como intentar cubrir la mugre que se ha acumulado en el interior de una casa. Cuanto más se la cubre, más rápido será el proceso de putrefacción. Y lo mismo sucede con el cuerpo humano. La enfermedad o el malestar es sólo la advertencia que nos hace la Naturaleza acerca de que hemos acumulado inmundicias en alguna parte de nuestro cuerpo: sin duda, sería sabio dejar que la Naturaleza la removiera, en lugar de cubrirla con la ayuda de medicamentos.

Mahatma K. Gandhi